Ocho artistas y bandas se encargaron de representar a Chile
en esta edición del Vive Latino, el festival de música latinoamericana más
importante del mundo. A pesar de que en la delegación nacional dominó el pop,
el papel más importante lo jugó la cumbia: Chico Trujillo salió airoso del
desafío de subir al escenario principal en la tercera y última jornada del
encuentro.
Cada año confluyen en el Foro Sol de la Ciudad de México las
propuestas musicales más diversas, procedentes de distintos lugares del
planeta, pero concentradas principalmente en América Latina. Sólo en su edición
2013, el festival presentó a más de 130 artistas, la mitad de ellos mexicanos y
muchos otros procedentes de Argentina, Chile, Colombia, Venezuela, Uruguay,
Perú, Paraguay, Costa Rica, Panamá y Puerto Rico.
La delegación chilena ocupó distintos escenarios y dio
testimonio del auge que vive el pop en el país y del esfuerzo de los músicos
independientes.
Los primeros chilenos en subir a un escenario fueron los del
dúo electrónico Mostro, quienes se presentaron el viernes 15 en la carpa
Intolerante, la principal vitrina del Vive Latino para los talentos emergentes.
Los hermanos Carlos y Jaime Reinoso ofrecieron la propuesta nacional más
experimental del cartel y fueron seduciendo a varios curiosos con su música
creada a partir de una batería, teclado y sintetizadores.
La jornada siguiente traería consigo a Sonido Landon, quien
abrió a las 14 horas del sábado el mismo escenario en donde se había presentado
Mostro. Este proyecto del multiinstrumentista chileno Andrés Landon, radicado
hace varios años en Ciudad de México y co-productor del disco debut de Carla
Morrison, se caracteriza por su pulido y pegajoso pop, con elegantes toques
románticos. A pesar del horario, la banda -en la que figura la también chilena
Mariel Mariel- logró seducir al público curioso.
Algo similar, pero en mayor escala logró ese mismo día
Camila Moreno. En su primera aparición en el Vive Latino, la cantante chilena
sorprendió por la solidez de su show repletando la carpa Intolerante con un
repertorio que se centró en versiones más rockeras de sus canciones más
conocidas, pero que no incluyó “Millones”, su mayor éxito a la fecha. Su
presentación también contó con una sorpresa: la participación de Ximena
Sariñana como invitada en el tema “Lo cierto”. Todo sumó para que causara una
gran impresión.
El tercer artista chileno ese día fue Alex Anwandter, quien
subió a la carpa Danup (un escenario más grande, en donde también estuvieron
Japandroids, Apolo y Enjambre, por nombrar algunos) la tarde del sábado y, a
pesar del frío, puso a bailar a los presentes con canciones como “¿Cómo puedes
vivir contigo mismo?”, “Tatuaje” y “Casa Latina”, además de hits de su ex
banda, Teleradio Donoso, como “Bailar y llorar” y “Amar en el campo”. A la
despedida, Anwandter se acercó a abrazar al público, que correspondió su
cariño.
Una de las sorpresas de la segunda jornada del festival fue
la aparición de Francisca Valenzuela como invitada de Sussie 4, dúo con el que
grabó una versión electrónica de “Mucho corazón”, que interpretaron juntos en
la carpa Danup la noche del sábado.
Finalmente, el domingo -día dedicado principalmente a ritmos
latinos-, la representación chilena estuvo a cargo de Chico Trujillo, que se
tomó el escenario más importante del festival a las 15 horas y armó la fiesta
con su cumbia fusión. Banderas de Chile aparecieron entre el público, que cantó
y bailó al acelerado ritmo de canciones como “Loca” y “La escoba”, que parecen
funcionar con éxito en cualquier lugar.
Defendiendo el rock nacional estuvo Aiken, quinteto
santiaguino que ofreció un show contundente en la carpa Intolerante, poco
después de que Chico Trujillo bajara del escenario Indio. El grupo liderado por
los hermanos Jose y Pablo Ferrera presentó los mejores temas de los dos discos
de estudio que han editado a la fecha: Libre de mente (2008) y Reaccionar
(2011), con una puesta en escena cargada de energía.
Cuando todo estaba por acabarse, Gepe se convirtió en el
último representante de la delegación chilena en subir a un escenario. Cuando
apareció en la carpa Danup, un grupo de fanáticos le esperaban para bailar y
cantar junto a él canciones como “En la naturaleza (4, 3, 2, 1, 0)”, “Fruta y
té” y “Por la ventana”. El multiinstrumentalista presentó un show muy
trabajado, que incluyó la participación de dos bailarinas que acompañaron los
temas más alegres de su repertorio y que lucieron distintos trajes típicos. El
público quedó con ganas de más, pero el tiempo apremiaba y faltaba muy poco
para despedir la edición 2013 del festival.
Fue en resumen una delegación variopinta, que si bien no
puede dar fe de todo lo que ocurre en la escena musical chilena, sí fue capaz
de dejar una marca, definitivamente positiva. Eso sí, ojalá en un futuro
próximo el abanico se pueda ampliar e incluir a algunas bandas de hard rock y
metal, que de esas hay muchas -y muy buenas- en Chile.
*Texto extraído de http://rocknvivo.com/2013/03/18/chile-dice-presente-en-el-vive-latino-2013/
*Texto extraído de http://rocknvivo.com/2013/03/18/chile-dice-presente-en-el-vive-latino-2013/
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