Nueva cumbia chilena

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jueves, 27 de febrero de 2014

Entrevista a Oliver Rodríguez, voz de Anarkía Tropikal: “No soy anarco”

Por Jimena Améstica Zavala

Calvo por opción, con esa voz ronca de santiaguino que camina dando trancos largos entre el smog. De pantalones a la rodilla y remera holgada, lleva un cuaderno con canciones y poemas en la mano porque es la voz principal de la banda cumbiera Anarkía Tropikal desde hace tres años. Le dicen Revilo, nombre propio de Oliver al revés. No es como anilina, pero igual funciona para sus fans conchalinas -de Conchalí, sin pasarse rollos. Empezó con Anarkía Tropikal tocando el huiro, haciendo coros y muchas payasadas, usando una máscara sobre el escenario. Él las define como performances.

Desde el norte del Gran Santiago cuenta cómo entró al grupo reemplazando al primer vocalista Pancho Jara. Dice ser todo menos anarquista. La ralla como punky, rapero, basquetbolista, trabajador de la pobla, actor y músico. Junto a Anarkía Tropikal está preparando un nuevo disco que los llevará en mayo a una gira por Argentina, Uruguay, Paraguay y Brasil, con el que cree incendiará las radios con su rollo político, romántico y cumbiero. Diciendo que la participación en la banda del hijo del director de Canal 13 fue sólo un mito, Oliver Rodríguez Pinto cantó sus mejores notas para El Patológico.

¿Qué es Anarkía Tropikal?

Anarkía es como una banda rock. Pero yo creo que es cumbia punk. La influencia que tenemos va desde la cumbia boliviana. Delirio Performance. Cada integrante tiene una visión distinta, pero creo que por ahí va. Yo soy vocalista pero también cantan otros cabros.

¿Por qué Anarkía Tropical?

Los cabros estaban en una parada súper anarca, algunos siguen líneas libertarias. Siempre el público ha sido punk, destroy, las temáticas han sido bien picadas a anarko. Pero también es una ironía de estar siempre en performances de atentar contra el modelo haciendo poesía, destruyendo alguna hueá o quemando un paradero.

¿Cómo, cuándo y dónde?

Los cabros la armaron cuando estudiaban teatro en La Católica. Estaban el Eyzaguirre, el nico Bascuñán y el pancho Jara. Hicieron un piño de arte terrorista con el nombre de Anarkía Tropikal. Hacían performances basados en la cumbia villera, pero con temas anti iglesia católica. Estudiaban ahí en una hueá súper cuica y conservadora, hacían puros shows que eran súper transgresores. De hecho, por una de esas los echaron. Se trataba de una guerra épica entre el cielo y el infierno, donde aparecían personajes como Pinochet, Piñera y el cura Hasbún, donde terminaban todos decapitados delante de una cruz en llamas.

¿Qué pasó con Pancho Jara, el primer vocalista?

Se fue porque tenía pega, aparte de su vida familiar. Anarkía Tropikal te quita harto tiempo. Contando los ensayos, las tocatas y los carretes, donde se te va el doble de lo anterior. Entonces es complicado.

¿Cómo te encontraron?

Yo creo que yo los encontré a ellos. En el 2009 estábamos en una tocata en el Salón Bizarro de Santa Rosa acá en Santiago. Yo tocaba con Salvaje Decibel y los cabros con Anarkía. Pero quedó la cagada cuando empezaron a decir que había un sapo. Y era cierto, había mucha yuta infiltrada en la hueá. Quedó la cagá. En tres minutos estaba lleno de pacos afuera, un guanaco, dos zorrillos, un par de micros. Habían pasado dos semanas desde que el Punky Mauri se murió poniendo una bomba en la escuela de gendarmería y en la tocata estábamos muchos de sus amigos. Ahí me hice amigo de los cabros, tratando de echar a los pacos de civil que estaban adentro. Después de que sacamos a los hueones nos pusimos a conversar y cacharon que era cumbiero y hueá. Me empezaron a invitar a las tocatas, a carretear. Empecé tocando el huiro, hacía performances, bailaba, me disfrazaba y cantaba en los coros.

Y fuiste la primera voz…

El 2011 nos íbamos a ir a Perú. Los niños se iban pero yo me quedé acá porque me enamoré de una niña. Anarkía se fue para allá parchado y el resto se quedó acá con el proyecto paralelo, Sonora del Terror. Los cabros seguían en Perú y me pidieron que me aprendiera los temas de Anarkía para que tocara acá con el resto de los que estábamos. Ahí empecé con Anarkía, tocamos acá en Santiago y en Quito, Ecuador. Cuando los niños volvieron del viaje ensayamos y quedé como vocalista

Siempre están disfrazados, ¿cuál fue tu primer traje?

Una guayabera y una capucha flúor.

BOMBARDEANDO LA CONTINGENCIA

¿Qué pasa por tu cabeza cuando digo: “Caso Bombas”?

Brígido igual. Significa hartas cosas. Partió con la muerte del Punky Mauri, que era un loco igual cercano a mí. Era un hueón más no más po, comprometido con su causa, con su revolución, con su anarquismo. También a nivel teatral significó hartas cosas, porque empecé a escribir acerca del Caso Bombas y tuve la oportunidad de montar en festivales y hueás que se organizaron pa juntar plata; puta pa los presos, pal piquete jurídico que defendió a los cabros, entre otras cosas. Entonces fue cuático. Como estoy haciendo teatro siento que varias de las escenas de los proyectos que hice antes fueron adelantadas a los hechos. Era una hueá lógica pensar cómo iban a funcionar los instrumentos de represión, obvio que iban a hacer montajes y que se iban a llevar a los cabros. Entonces fue cuático hacer una obra, meter allanamientos y hueá y que después pasara lo mismo que en las obras que escribí . Igual fue cuático.

¿De qué se trataban tus premoniciones?

Los personajes eran cabros que ponían bombas y se quedaban solos después de una serie de allanamientos. Lo que paraba la obra eran las relaciones humanas de los personajes, que tenían entre ellos, sus rollos con el amor, sus rollos con el discurso. La posición del anarco con la acción directa. Todo eso.

¿Acción directa?, ¿cómo funciona eso para ti?

Puta, es una hueá bien amplia. Digamos que es una forma de contrarestar al modelo. Que esté fuera de cualquier sombra burocrática. No es sólo chantar una bomba. Hay soluciones para la economía individual o colectiva que puedes tener frente acciones en grupo que sean contrarias al modelo. Algún tipo de acción de arte que atente contra la moral y ciertas hueás establecidas. Es súper amplio el concepto. No es sólo encapucharse y dejar la cagá, hay hartas formas de hacer acción directa. De hecho, la poesía es una de ellas. Tener ciertas formas de vida que vayan en contra del modelo, no sé po, dependiendo de a quien querai atacar.

¿Qué hay de acción directa en tu vida?

La poesía. Yo creo que ese delirio constante de todos los días. Anarkía Tropikal igual trata de hacer acción directa en el escenario y desde las ideas.

El 2006 fueron los pinguinos, el 2011 pasó algo similar…

El movimiento esta vez fue heterogéneo, tuvo un impulso mediático y fue importante a nivel de lucha, fue bueno ver a los cabros chicos súper radicales y claros en su postura. Yo lo viví desde la organización estudiantil, coordinando de todo en distintas universidades. Me tocó harta pega, fue importante que la efervescencia fuera tomando fuerza. La lucha callejera cobró una importancia relevante pa caleta de gente. Pa mucha gente que nunca había tenido cercanía a un movimiento social, revolucionario o antisistema, fue la primera vez en la vida que se acercó a despertar, por decirlo de alguna manera.

Pero no te deja la sensación que el objetivo era sólo económico y no de convicciones…

Yo no creo que el objetivo de todos fuera por ahí. Creo que se pasan maquinas como siempre desde las dirigencias, entonces de ahí se van a arreglar como puedan los de arriba. Pero igual tuvo un punto relevante. Se pedía un cambio estructural en algún momento, se levantaban esas demandas. Es complejo llevar a cabo un proceso social. Hace años que no se veía tanta gente en la calle dejando la cagá con plena justificación. Son momentos no más y por hueás puntuales se diluye. Vino un desgaste, crímenes de Estado que hicieron que la gente huyera. Asesinatos en poblaciones, mataron a Manuel Gutiérrez.

Pero él iba de paso…

Pudo haber sido cualquiera. Que la familia del loco diga que no quiere nada y la hueá . Pero igual el loco estaba en la calle. Y lo mató un paco que le disparó al cuerpo. Pudo haber sido cualquiera, más pudo haber sido un capucha comprometido con la hueá, un trabajador organizado o una señora organizada que apoya a sus hijos; que Manuel Gutiérrez. Desde ahí Manuel somos todos.

¿Y qué pasó?

La atomización de la izquierda y del movimiento radical influye bastante en que estas hueás no resulten. Para hacer las condiciones necesarias tiene que pasar tiempo. Hay que organizar en las poblaciones y en todos los lugares donde más se requiere. No se puede pensar la hueá a corto plazo y tratar de construir cosas reales.

Mediatizar otro tipo de hueás pa desviar atención y diluir la hueá. Pero Alucinarse con que en cada proyecto están las condiciones pa tomarse el poder es un poco de hueón alucinado po. Como los troskistas, el PTR, alucinados diciendo que se iban a tomar el poder.

HABLANDO DEL “SUSODICHO”

¿Qué hay con la Ley Hinzpeter?

Qué miedo esa weá. Yo no sé cómo será el paso de maquina desde la ley a todos los cagazos que uno se mandó antes. Somos todos muy delincuentes y estamos todos muy propensos a hacer cana , a hacer cana por romper hueás que son inherentes a un movimiento social. La violencia es de la efervescencia del pueblo en la calle y esa hueá es algo histórico que viene desde la Revolución Francesa. Tiene que ser a la mala, tiene que haber un choque. Entonces yo creo que desde ahí hay una tremenda manipulación del instrumento hacia el pueblo. No debería aprobarse jamás porque creo que potenciaría más esta dictadura neoliberal.


EN UNA PALABRA

Hinzpeter:  Neonazi.

Chadwick: Qué asco.

Piñera: Un chiste.

Allamand: Cuico, no sé.

Golborne: Yo pensaba que era peligroso, pero se pasó pa la punta, mostró la hilacha, su popularidad no es tan grande como la pintaba su partido.

Bachellet: Pinochet, ¿riman o no?

Matrimonio Luchsinger: Carne para picadora. Es complicado lo que pasó con el par de burgueses . Está de moda decir que todo es montaje, pero hay que reconocer que los locos están enfrentándose a los terratenientes y dejándoles la cagá. Pero me entran las dudas. Reconocen al enemigo donde lo vemos todos no más.

LA MÚSICA Y LA INDUSTRIA CULTURAL

Háblame de los músicos chilenos que en realidad no son tan “firmes junto al pueblo”…

Terminé por no juzgar a los músicos por ganar plata por su música. Igual me gustaría vivir del arte, en otro contexto quizás. Está bien criticar al discurso del poder y todo, pero cuando el poder te alimenta de una manera tan cuática, ahí si que es jebi. Al final todos se venden, desde Francisca Valenzuela hasta Los Tr3s. Podría criticar la pega que hace el “Macha” con Chico Trujillo y también La Floripondio, pero hay ciertas diferencias, yo creo que cada uno sabe donde le aprieta. Como músico es complicado hacer esos juicios. La historia y el público es lo que nos juzgará.

¿Y qué diferencias tienes entonces con Ricky Martin?

El sabor poh. Yo creo que igual tenemos harto en común, romántico , sabrozón. Medio ambiguo, entre hétero y bisexual, hay que jugar poh, la vida loca. Jajaja La diferencia puede ser que te incita a quemarlo todo, esa es nuestra diferencia. ¿Y por qué Ricky Martin?

*Entrevista extraída de http://www.elpatologico.cl/oliver-rodriguez-voz-de-anarkia-tropikal-no-soy-anarco/

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